Nuestro contacto con las redes sociales es diario. Podemos negarlo, decir que son “esos”, los “jóvenes de hoy en día”, quienes se pasan el día tuiteando y posteando, haciendo público absolutamente todo lo que pasa en sus vidas, que hay que ver lo poco productivos que son.

Sin embargo, hagamos el ejercicio de aceptarlo: todos, o al menos una gran mayoría, tenemos perfiles en Facebook™, Twitter™, Instagram™, etc. Superado el primer y difícil paso -que es aceptarlo-, pasemos al segundo: tener en cuenta que mucha de nuestra información privada puede exponerse, como en vitrina, en estas plataformas.

Andrés Raigosa, experto en comunicaciones, recomienda tener en cuenta lo siguiente para evitar que muchos de nuestros datos personales sean utilizados para propósitos que no son, tal vez, los deseados por nosotros.