¿Es posible lograr una educación virtual de calidad?
La calidad es un aspecto que ha sido puesto en duda en la educación virtual, y es que, para muchos, la modalidad en sí misma adolece de calidad. Ahora bien, este no es un debate nuevo que se ciña al periodo reciente de la pandemia por el Covid-19, es un tema que se venía mencionando desde mucho antes y que se incrementó durante los años 2020 y 2021. Por este motivo, le preguntamos a diversos actores de la Universidad Externado de Colombia (docentes, coordinadores, asesores pedagógicos), que han participado en proyectos de este tipo para que respondieran la pregunta ¿es posible lograr una educación virtual de calidad? Veamos, en el siguiente video, lo que nos dijeron:
En estas intervenciones se pueden encontrar algunos aspectos que queremos rescatar, lo primero es que todos los entrevistados consideran que sí es posible lograr educación virtual de calidad y, lo segundo, es que establecen unos elementos diferenciales y característicos de la educación virtual, que, a su vez, han sido reconocidos por diferentes investigaciones que se han realizado. Y es que, para entender el tema, es necesario tener en cuenta que la modalidad virtual es distinta a la presencial y que esta modalidad exige unos modelos educativos diferentes a los que sustentan la modalidad presencial.
¿Cuáles son sus valores diferenciales?
- El estudiante: tiene un rol más activo y de mayor autonomía.
- El docente: se convierte en un guía y un facilitador del proceso.
- El tiempo y el espacio: son flexibles, dado que se puede garantizar el acceso aún cuando los participantes se conecten desde diferentes lugares y en momentos distintos.
- Los materiales y contenidos: más diversos, más amplios y en diversidad de formatos (audio, video, HTML, imagen, texto, hipertexto, etc.).
- La enseñanza: es distribuida, adaptable y flexible.
- El aprendizaje: es abierto, mediado y colaborativo.
En este sentido, es importante enfatizar que la calidad de la educación virtual se logra al tener en cuenta estos aspectos diferenciales que se deben concebir a partir del momento mismo del diseño, garantizando un ecosistema de aprendizaje pensado desde la modalidad virtual y sus necesidades particulares. A propósito de esto, en la conferencia De la urgencia a la calidad del año 2021, Albert Sangrà, investigador de la Universidad Oberta de Catalunya, reflexiona que la modalidad virtual ha sufrido una “Evaluación equívoca, no podemos evaluar una cosa que es la docencia remota con parámetros de otra, la educación presencial o la educación online…”.
Entre otros aspectos, el teórico agrega a esta reflexión que nuestros sistemas de educación no son lo suficientemente flexibles para implementar este tipo de modalidades, que durante la pandemia lo que realizamos fue una zoomificación de las clases, porque se trasladó la clase presencial a la videoconferencia por Zoom; también, que se gestiona el tiempo de forma dudosa, ya que se intentan replicar los mismos tiempos de la presencialidad y, por ende, esto se convierte en un modelo insostenible donde el estudiante está todo el día frente a una pantalla escuchando al profesor, y lo anterior, por su puesto, como lo hemos mencionado, no es educación virtual.
Referencias
